7 razones por las que el Real Madrid no echa de menos a Xabi Alonso

1. Kroos, el nuevo timonel

El sustituto natural de Xabi Alonso en la parcela defensiva del mediocentro merengue, el alemán Toni Kroos, se ha revelado como un jugador brutal para el juego blanco. Capaz de barrer el balón y de armar fútbol con su clase está consiguiendo que pocos se acuerden del tolosarra.

2. La irrupción de Isco

La magia del malagueño y su capacidad para defender, pasar y rematar hace que muchas de las tareas en las que se empleaba el vasco hayan quedado bien cubiertas en una temporada en la que Isco se ha destapado como un jugador básico en el centro del campo blanco.

3. Modric sube y baja

El croata es una de las piezas más importantes del fútbol del Real Madrid. Modric representa al jugador total, capaz de defender, organizar al equipo y proyectar en el ataque blanco. Entre el nivel que están dando tanto él como Kroos es imposible echar de menos a Alonso.

4. James defiende más que Di María

La otra pieza que los blancos han alterado en su once respecto al del año pasado, el cambio de Di María por James, ha conseguido dar más equilibrio al equipo. El colombiano defiende más y mejor que el argentino, liberando en muchas ocasiones de esta tarea a los dos mediocentros del equipo y dejando que éstos den rienda suelta a su creatividad.

5. Equipo más joven

Aunque todavía le quedan al menos dos buenas temporadas, lo cierto es que con su salida, el Real Madrid ha apostado por jugadores jóvenes capaces de llevar el peso de un equipo como el Real Madrid. Lo que parecía una transición traumática se ha convertido en un recambio natural.

6. Alonso había perdido la chispa... y las ganas

La última temporada, a pesar de los éxitos del equipo, Xabi Alonso empezó a dar síntomas de desgaste. Los problemas para aguantar la exigencia de un futbolista que defiende y crea durante los 90 minutos se hicieron patentes en la que fue, posiblemente, su peor temporada como madridista.

7. Fin a la casa de los líos

Con su salida y la de Diego López se fueron todos los del clan de Mourinho, a excepción de un Arbeloa que tiene contadas las horas en el Real Madrid. La ausencia de dos bandos claramente diferenciados de antes de la llegada de Ancelotti ha desaparecido en beneficio del grupo.